
Esta mañana me levante temprano para recoger las cartas del buzón. Cuál no sería mi sorpresa de ver una tarjeta donde estaba dirigida a Gladys y Eduardo. Era una invitación a la ceremonia de inauguración del presidente Barak Obama el 21 de Enero del 2013.
Esta invitación me trajo un hermoso recuerdo de mi vida en los Estados Unidos. Era el año 1959, cuando me gradué de ingeniero en Chicago Technical College. Mi primer trabajo fue en una corporación llamada Ellanef. Fabricábamos piezas de metales livianos como el aluminio, titanio y manganeso para las alas de los aviones comerciales DC-3. Estos aviones eran los mejores aviones para transportar armamento. Hicieron historia en la segunda guerra mundial.
En el año 1962, sometí mi resume para trabajar en una compañía llamada Rocketdyne que era una división de la North América Aviation establecida en Canoga Park, California. Para esta época yo vivía en la ciudad de New York. Tres meses después de haber sido entrevistado el personal de reclutamiento de Rocketdyne me llamaron para otra entrevista. Esta vez, los oficiales militares que me recibieron dijeron que revisaron mi resumé y que según la experiencia que había tenido diseñando piezas de aviones me habían considerado para ser parte de su equipo en el proyecto espacial. El contrato sería por 5 años y ya estaban trabajando para conseguir mi “confidencial clearance”. Leí el documento, y luego lo firme aceptando las condiciones para realizar el trabajo. Yo me sentí contento con todo lo que me ofrecían. Los 3 oficiales que estaban en la oficina me dieron la mano y me dieron la bienvenida.
Luego uno de ellos me entregó los pasajes para que junto a mi familia viajara a más tardar dentro de un mes a California. Yo no sabía nada de lo que realmente hacía esta compañía. Más tarde me enteré que en Rocketdyne nosotros fabricábamos los motores Pratt & Whitney para el cohete Saturno que impulsaría al Apollo 11 que llevaría a 3 astronautas a la Luna.
El proyecto Apollo comenzó en Julio de 1960, dirigido por el ingeniero alemán Werner Von Brawn que más tarde vino a ser director de la National Aeronautica Space Administration. (NASA).
En 1969 me escribieron un corto mensaje de la compañía donde yo había trabajado y mencionan mi nombre en donde como miles de trabajadores habíamos sido pioneros de este proyecto. Además me agradecían un diseño que yo había hecho para reducir costos. Estaba aprobado y en espera de ser patentado. Me recomendaban que continuara con mis ideas. Esta información la tengo muy bien guardada.
Lo que cuento en esta página es un hecho real que me ha sucedido en mi vida. Me siento muy orgulloso de este histórico momento.
EDUARDO MENDEZ